El día 7 de abril de cada año se conmemora el día mundial de la salud. En el caso nuestro coincidió con una festividad de otra índole, que hizo poco oportuno plantear alguna acción conmemorativa.
Pero ¿por qué se celebra el 7 la salud pública? ¿valdrá la pena hacer algo así?
Corría el año 1948. La segunda guerra mundial había acabado hacía no tanto y los tribunales internacionales aliados juzgaban a los altos jerarcas nazis sobrevivientes como criminales de guerra. La humanidad se realizaba una profunda autocrítica. ¿Cómo fue posible llegar a una confrontación bélica que dejara a 55 millones de personas muertas, además de millones de heridos, mutilados, desplazados y dañados severamente en su aspecto emocional? Surge entonces la iniciativa, como antítesis de la guerra, en que las personas se matan unas contra otras, la salud, en que, a la inversa, las personas le salvan, mejoran o prolongan la vida a otras, sobre la base de los conocimientos disponibles.
Fue así con un 7 de abril de 1948 se funda la OMS (organización mundial de la salud), en Ginebra, Suiza.
“La OMS nació como respuesta al deseo milenario de la humanidad de liberarse de las enfermedades y disfrutar de una larga vida plena de salud. Como es bien sabido, la primera declaración que aparece en la Constitución de la OMS reza: ‘La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades’. En ese mismo documento se definen una serie de principios menos citados pero de suma importancia como fundamentos para la felicidad, las relaciones armoniosas y la seguridad de todos los pueblos del mundo.”1
Como consecuencia de lo anterior, la salud pasa a considerarse como un derecho humano fundamental, al establecer que “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano.”, añadiendo que “El derecho a la salud incluye el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente.”2
Por eso “Nuestro objetivo (de la OMS) es construir un futuro mejor y más saludable para las personas de todo el mundo”2
Sensible a aquello, la FEDEPRUS Ñuble contempló en su declaración de principios la adhesión irrestricta a los derechos humanos y la defensa de la salud pública como un pilar muy importante de su razón de ser. Defender y promover lo dicho parece una obviedad, pero deja de serlo cuando se oyen voces que desde algún extremo señalan que la salud no es tan importante. Voces que, aunque marginales, inorgánicas y muchas veces ocultas bajo pintorescos pseudónimos en las redes sociales, hacen presente que la defensa y promoción no necesariamente es unánime. Por tanto, vale conmemorar, reflexionar, recordar que sin el aporte salubrista de quienes laboramos en los servicios públicos, nada podríamos haber hecho con la pandemia, que a pesar que cobró muchas vidas, finalmente se ha logrado mantener en márgenes razonables y nos ha enseñado que como sociedad no debemos confiarnos ni olvidar a la salud y sus profesionales, ya que en muchos casos se les debe la vida.
En esta nueva ocasión en que se nos cruza esta fecha, vamos por más, todavía más y mejor salud pública.
Jorge Vasquez M. – Secretario FEDEPRUS Ñuble
Citas:
- https://scielosp.org/article/rpsp/1998.v4n4/282-286/es/
- https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/human-rights-and-health
JVM/jvm