Ante una nueva condición de cuarentena en la región de Ñuble, o como dice el gobierno “un pasito pa’tras”, es importante que hagamos un análisis crítico que nos permita entender por qué nuevamente nos encontramos en esta condición.
Es sumamente importante entender que la cuarentena no es tan simple como que hay más gente enferma y debemos encerrarnos por un tiempo, si no entender la verdadera gravedad de esta situación, la pérdida de trazabilidad, circulación de casos asintomáticos no identificados, aumento y colapso de los servicios de salud, todo en el marco de un sistema de salud público que durante años ha sido postergado y precarizado, sin inversiones acordes a las necesidades de la comunidad y la derivación de los recursos públicos hacia el privado a través de leyes tramposas y con claras finalidades mercantilistas.
La aplicación de la cuarentena urge porque estos mismos servicios de salud se ven nuevamente sobrepasados por la alta demanda de atención, tanto por COVID-19, como las muchas otras necesidades de atención de salud, las que aumentan en periodos de invierno por las condiciones socio sanitarias de nuestra población, sumando además la necesidad de cuidar a los trabajadores de salud que no son «super héroes» como señala el gobierno, ya que con respeto debemos entender que estamos con miedo, cansados, muchos se han enfermado y con tristeza debemos decir que ya sufrimos muertes.
¿La culpa es de las personas, como muchos medios de comunicación y autoridades de gobiernos nos lo hacen creer?
¿Qué complejo sería decirle a un niño que no fume si le regalamos una cajetilla de cigarros, verdad?
La apertura de Malls, grandes centros comerciales, tiendas de retail, supermercados, disminución al mínimo del control de tránsito de personas, falta de educación a la población, no hacernos cargo de las necesidades básicas para que las personas disminuyan al mínimo el tránsito, cierre total de las ferias libres, por lo menos para mí son explicaciones con más peso para entender este pasito “pa´tras”.
No, la culpa no es de las personas porque son muy irresponsables, la culpa es del gobierno y de políticas que no han sabido adecuarse a las necesidades de la comunidad, con orientaciones socio sanitarias por sobre políticas económicas
Cuando veamos políticas que busquen garantizar disposición de alimentos, calefacción, acceso a tecnologías para que los niños puedan estudiar o los adultos a tele trabajar, cuando se potencien las aperturas y desarrollo de ferias libres en diferentes sectores para evitar la concentración de servicios básicos e insumos en un solo lugar y disminuir así el tránsito de las personas por la ciudad, entre muchos otros etcéteras, creo que tendremos mejores resultados sanitarios, si es lo que el gobierno deseara.
Ante la información que la ciudad nuevamente entrará a un período de confinamiento por lo menos durante dos semanas, aunque la experiencia ha demostrado que las cuarentenas, normalmente se prolongan ya que el descenso de contagios es bastante lento, nos sorprendemos y criticamos la salida masiva de personas que generan atochamientos en centros de abastecimiento, oficinas públicas etcétera.
No olvidemos que muchas familias en Chile comen y viven con lo que logran ganar durante el día, son esas mismas familias que fácilmente se les pide que se encierran durante 14 o más días en sus casas, asumiendo que tienen sus despensas llenas de alimentos y todo lo necesario para hacer fácilmente una cuarentena. No olvidemos además el grave temor qué genera el desabastecimiento, producto de la huelga de camioneros
¿No son esas explicaciones un poco más realistas de por qué nos encontramos nuevamente en una cuarentena en Ñuble?, o por lo menos a mí se me generan dudas a la idea que es culpa de las personas este «pasito pa´tras»….
Cristian Peña Alonso
Psicólogo
Presidente de FEDEPRUS Ñuble